El Médico Interactivo entrevista a María del Rocío Hernández Soto, presidenta de la SEDAP, 14 noviembre 2022. » La AP debe ser visible y querida por la población a la que atendemos»

Especialista en Pediatría y sus áreas específicas, María del Rocío Hernández Soto es la nueva presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP). Apasionada de la Atención Primaria (AP), desde marzo de 2019 es la directora gerente del Distrito Sanitario de Atención Primaria Aljarafe-Sevilla Norte. Con una dilatada trayectoria en puestos de dirección de salud señala, a la Revista EL MÉDICO, que desde la nueva junta que lidera trabajarán por hacer más visible la asistencia del primer nivel sanitario, al tiempo que reconoce que una de las estrategias a reforzar en los puestos directivos/gerenciales es “el liderazgo y la comunicación”.

¿Cuáles son los objetivos que se marca como nueva presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP)?

En primer lugar hacer visible la SEDAP al igual que debemos hacer visible la Atención Primaria en nuestro país. Y si me dices que en la pandemia los medios habéis dado a conocer la atención sanitaria en España, tanto en hospitales como en Atención Primaria, queremos que la AP sea visible y querida por la población a la que atendemos. Querida en el sentido de ser valorada, respetada, recomendada porque seamos capaces de resolver sus problemas de salud.  Somos una junta directiva con gran conocimiento, compromiso e ilusión y como sociedad nacional queremos aglutinar y coordinar las diferentes iniciativas comunitarias para reforzar la AP a nivel nacional. Queremos que los gestores y profesionales de AP encuentren en nosotros una referencia y vamos a trabajar intensamente para dar una respuesta. Los últimos años debido a la pandemia, la AP se ha visto muy afectada, incluso en sus cimientos podríamos decir, y la SEDAP quiere aportar en esta recuperación.

¿Qué le llevó a aceptar el cargo?

Pues inicialmente responsabilidad y fue fundamental poder contar con el apoyo de profesionales y compañeros con los que he compartido otros retos a lo largo de mi carrera profesional. A veces pienso que fui muy valiente o muy ingenua, porque es un gran reto y supone mucho trabajo añadido a mi cargo de responsabilidad actual y, por ello, esta es una junta directiva en la que no cabe centrarse en la presidenta, porque somos un gran equipo y todos aportamos mucho. Y bueno, quién podría negarse al encargo que te hace el consejero de Salud y Familias, que deposita su confianza en una.

La AP es el eje vertebrador del SNS, así lo reconocen gestores, políticos, todas las organizaciones sanitarias, pero los profesionales se quejan de que están sobrepasados. ¿Qué piensan/qué harán desde la SEDAP?

La AP es el eje vertebrador o debería ser. Tal y como sabemos por muchos estudios y publicaciones de organismos como la OMS, los sistemas sanitarios eficientes y más potentes son aquellos con una AP fuerte.  Eso debe verse reflejado en los presupuestos, en la no politización y en la capacidad de autogestión, además de en una valoración real del trabajo de la AP. Desde la SEDAP queremos participar y aportar en todas las acciones que permitan una reorganización y revalorización de la AP para atender de la manera más eficiente y de mayor calidad a la población, y con la mejor situación laboral de los profesionales, que son la clave de nuestro sistema.

La Medicina está feminizada. ¿Desde la SEDAP tienen en cuenta la perspectiva de género?

Así es, también la junta directiva tiene mayoría de mujeres, por tanto, somos muy sensibles a esta cuestión y también los compañeros del equipo. Lo somos en nuestros puestos de trabajo.

¿Cuáles son las medidas más urgentes a adoptar en la AP?

En cuanto a la AP tras la pandemia, en mi opinión nos tenemos que reorganizar y esto no quiere decir que no necesitemos más dotación presupuestaria, que sí es necesaria. Los gestores debemos tener como objetivo la eficiencia y la calidad. Damos por hecho la accesibilidad, pero no es la demanda-exigencia del “lo quiero ahora y lo quiero así como yo digo” que a veces se ve en los centros de AP. La falta de atractivo de la AP a los nuevos médicos de familia y enfermeras es uno de los principales problemas a los que hay que dar una solución, que va a requerir también de cierta creatividad. La recuperación de la atención integral a la cronicidad y las actividades de promoción de la salud, prevención de la enfermedad y la participación comunitaria son  otras de las cuestiones clave para mejorar los resultados en salud de la población española.

¿Directivos y gestores de AP debieran de ser los facilitadores del cambio que precisa la Primaria?

Esta es una cuestión muy discutida, pero para mí está muy clara. Los cambios que hacen falta deben ser llevados a cabo por gestores que sean líderes y con gran conocimiento de la organización en todos los niveles, con experiencia y sin intereses partidistas. Su objetivo debe ser aportar mejoras a las organizaciones teniendo en cuenta a todos los actores intervinientes y el fin último, que es mejorar la salud de la población.

Los profesionales echan en falta el liderazgo y la empatía de los directivos/gerentes de AP. ¿Es una de las asignaturas pendientes?

Teniendo en cuenta que generalizar puede ser injusto, sí creo que debemos mejorar en liderazgo y, por supuesto, en comunicación. Y aquí me permito incluir la inteligencia emocional, como esencial para cuidarnos y para cuidar a los profesionales y compañeros. La capacidad de empatizar es innata y también se puede “aprender”, por ello a nivel de mi trabajo diario insisto en la formación en técnicas de comunicación, que aportan mucho a nivel profesional y sobre todo a nivel personal cuando se ponen en práctica. En la junta directiva, entendimos que esta es una de las asignaturas pendientes o, mejor dicho, una de las estrategias a reforzar y, por ello, una de las vocalías es de liderazgo y otra de comunicación.

¿Es importante la participación de los profesionales en la gestión de Atención Primaria?

Los profesionales son “nuestros pies y nuestras manos”. La gestión que puede hacer cada profesional en su nivel de responsabilidad es mucha, desde la gestión de su agenda de trabajo en consulta, hasta la gestión de sus actividades con la comunidad fuera del centro. Contamos con ellos y esperamos que ellos cuenten y se apoyen en nosotros.

¿Qué habría que hacer para que el paciente sea un paciente empoderado? ¿La educación de la población en la salud será un pilar para el nuevo modelo asistencial?

La educación para la salud es uno de los pilares fundamentales de la AP y una de las acciones que a largo plazo puede aportar más en la mejora de la salud de la población. En cambio, es una de las estrategias que menos productiva nos parece, no se ven los resultados inmediatos, por ello, en AP es tan importante la longitudinalidad en estas estrategias, pues la continuidad en el tiempo muestra los resultados. Durante los años de la pandemia, la actividad asistencial ha estado marcada por las demandas de cada momento: técnicas de diagnóstico, seguimientos en domicilio, vacunación. Y la sobrecarga que ha supuesto ha dejado relegada a un segundo plano gran parte de las actividades de educación para la salud, y  me consta que ya están siendo, no solo recuperadas, sino también reorientadas y reforzadas. Finalmente, la situación de salud en ocasiones, y hablamos de enfermedades de riesgo cardiovascular, diabetes tipo 2, obesidad, requieren de intervenciones de prevención tempranas que hacemos desde la organización, con ayuda de las corporaciones locales para poder ofertarse  a más población, y también requiere, y esto es más complicado, un compromiso individual con la salud de cada uno.

¿Hacia dónde cree que debe ir la transformación de la AP para que sea sostenible?

La AP debe orientarse a la prevención de la enfermedad, a una mayor capacidad resolutiva, a un uso eficiente de los recursos, a un desarrollo profesional de todas las categorías profesionales, pudiendo desarrollar la totalidad de sus competencias, a una búsqueda de la excelencia, calidad y seguridad del paciente y hacia actividades y retos que la hagan atractiva a los profesionales: formación continuada, innovación, investigación. Y todo esto, para rizar el rizo, desarrollado por  unos equipos de trabajo cohesionados, con profesionales felices, comprometidos e ilusionados, y liderados por líderes expertos, comprometidos, valientes, independientes y facilitadores del desarrollo profesional y más aún, personal de cada uno de los miembros del equipo. Como ves he repetido la palabra comprometidos porque es clave y para ello, la motivación es muy necesaria.

¿Qué papel jugarán los directivos?

El directivo debe ser el facilitador del cambio, para ello, debe tener conciencia de la necesidad de un cambio, formarse, escuchar a todos los clientes internos y externos, innovar y también, si es necesario, copiar iniciativas que estén dando resultados en nuestro país o en países de nuestro entorno con la misma problemática. Y sobre todo, debe ser independiente porque las cuestiones técnicas deben ser resueltas por los más expertos. Con esto no estoy diciendo desligarnos totalmente de la política, pero sí hacer ver y entender las cuestiones técnicas que subyacen a decisiones de los directivos comprometidos y con verdaderas ganas de mejorar la AP, que a largo plazo no solo mejorarán  los resultados en salud de la población, sino que nos hará ser más eficientes.

¿Toda la situación de la Primaria se solucionaría con más financiación?

Todo, todo no. Podríamos tener un presupuesto muy elevado y no saber invertirlo. Por tanto, sí, a tener el presupuesto necesario, y sí, a la optimización de este presupuesto orientado a las cuestiones priorizadas para aportar más salud.

¿Desde la SEDAP abogan por una AP más comunitaria, más preventiva y más domiciliaria?

Desde nuestro punto de vista, la AP es atendida por médicos y enfermeras de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y ya simplemente la denominación de la especialidad contempla el aspecto comunitario. Y por ello, en los equipos básicos de AP también se incluyen los trabajadores sociales. Los profesionales de AP debemos salir de los centros de salud y acercarnos a la comunidad: asociaciones de vecinos, centros de mayores, centros educativos. Y por supuesto, la atención a las personas inmovilizadas y con graves problemas de salud y fragilidad, pacientes con necesidad de cuidados paliativos,  hay que prestarlas en el domicilio, residencia de mayores. Debemos llegar a la ciudadanía y esta es otra de las prioridades en AP desde nuestro punto de vista.

La pandemia aceleró los procesos de digitalización, la IA y otras herramientas sanitarias. ¿Hay que mejorar las competencias de los profesionales?

El aspecto de la digitalización ya está en la agenda de todas las organizaciones en nuestro país. El avance que en esta cuestión ha supuesto la pandemia era impensable, ahora debemos mejorar herramientas que se implantaron por necesidad y mantener las que han probado su eficacia y beneficio, tanto para el paciente como para el profesional. Desde SEDAP haremos lo posible por difundir la formación y el uso de las herramientas digitales, y al igual que con el liderazgo, esta cuestión es prioritaria y de hecho la vicepresidenta primera es la responsable de la estrategia de digitalización y sistemas de información.

¿Qué le gustaría conseguir en estos cuatro años de presidenta de la SEDAP?

Nuestro reto principal es servir a la AP para conseguir mejorar la calidad de la atención, la satisfacción de los profesionales y la salud de la población que atendemos, haciendo el uso más eficiente de los recursos. También queremos mostrar la AP española para que sea referente a nivel europeo, donde podemos aportar mucho, como se ha demostrado en estos dos últimos años y anteriormente,  por nuestra orientación a la promoción de la salud. Hay dos aspectos que deberíamos mejorar en AP a nivel nacional. Uno, es incrementar la cartera de servicios en salud mental, la figura del psicólogo clínico en los centros de AP es muy necesaria. Y el otro es aumentar la presencia  de trabajadores sociales más  coordinados con el equipo básico de AP y con los trabajadores sociales de las corporaciones locales. Y por último, quiero añadir que soy una apasionada de la Atención Primaria y tengo confianza en que podemos mejorar mucho, los directivos nos debemos a los profesionales y a la población a la que atendemos.